Fue una exposición que realmente me sorprendió, no esperaba ver lo que vimos. Usualmente no me gusta averiguar de que tratan las exposiciones, si no las conozco, porque condiciono mi mirada.
Con esta muestra me paso eso, asistí a la visita sin saber de que se iba a tratar, y me sorprendió gratamente. Cuando Campos nos aclaro que debíamos darle tiempo a la mirada para que se acomode, no tenia muy en claro a que se estaba refiriendo, Pero tenia razón, estaba todo muy oscuro y no entendíamos bien, pero cuando se "acomodo" la visión empezamos a ver las luces que se proyectaban. Si las veíamos de lejos, hacían "lindas figuras", pero cuanto mas me acercaba me daba la sensación de que estaba entrando en la instalación.
Fue interesante la que esta compuesta de espejos y luces, donde no podíamos ver el camino y nos mareábamos con nuestra propia imagen, era un "laberinto" corto, pero tardabas en salir porque las imágenes te confundían.
Pero la que, personalmente, me intereso fue la ultima que esta apartada del resto, antes de entrar el cartel aclara que tal vez podría producir malestares, lo cual no entendí cuando me acerque mucho a mirarla y solo me dedique a mirarla y escucharla, me produjo un mareo, como cuando uno da vueltas sobre si mismo.
Fue una excelente exposición y muy creativa , sobre todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario